Asia Sudeste Asiático III "Tailandia Sur"
Publicado: 05 Sep 2014 21:40
Por José Mª García y Pilar Moreno
El 10 de Febrero entrábamos en Tailandia por segunda vez, lo hicimos por el paso fronterizo al norte de Camboya en vez de por el más transitado y directo.
Rodar otra vez por Tailandia, después de Camboya, era volver a disfrutar de la tranquilidad, orden, respeto en la conducción etc. Es una constante cuando viajas en moto, cuando estas en un país sin tantas comodidades las echas de menos y cuando llegas a un país más fácil para viajar echas de menos esos países más duros y aventureros.
En esta segunda ocasión el plan en Tailandia era dedicarle tiempo a visitar unas cuantas islas, bucear y hacer snorkel mientras la temporada de lluvias terminaba en Malasia e Indonesia, unas “mini vacaciones” dentro de la aventura.
Pasamos de nuevo por Bangkok, enorme ciudad donde moverse con la moto es complicado, por algunas calles de tres carriles las motos solo pueden circular por el carril izquierdo, tampoco podíamos circular por las vías rápidas. Uno de los días acabamos en la comisaria negándonos a pagar la multa. El policía que nos dio el alto en la calle era bastante borde y le dijimos que queríamos hablar con su superior, así que nos llevó a la comisaría. Cuando estábamos llegando, sorpresa, nos mete cien metros por dirección contraria, perfecto, ya teníamos la excusa perfecta para no pagar, exageramos diciendo que nos había obligado a poner en riesgo nuestras vidas circulando contra el tráfico, así que al final … no hubo multa. Ya en otra ocasión al llegar a la barrera de peaje, no nos dejaron pasar (las motos no pueden entrar, da igual la cilindrada) y no tienen ningún problema en mandarte de vuelta por donde has venido aunque tengas que circular por autopista en dirección contraria.
En Bangkok ya estuvimos una semana hace unos meses cuando recibimos la moto desde Nepal, la verdad es que la ciudad nos gusta, teníamos que hacer un par de cosas y al final terminamos quedándonos unos días allí.
El día que nos pusimos de nuevo en ruta rumbo sur no teníamos claro destino para ese día. Ruteamos por la costa y llegamos a la zona de Hua Hin. A las afueras, en una carretera por la costa paramos en un par de sitios a preguntar, se veía que era una buena zona, algo cara para viajeros y más enfocado a turistas.
La primera de la islas que visitamos fue Ko Tao, las más pequeña de las tres más conocidas del golfo de Tailandia, Ko Pangan es más para fiesta y Ko Samui la más grande y más turística.
Ko Tao tiene 8 kms. de largo y unos 3 o 4 km. de ancho. Había ferry para vehículos y allí nos fuimos con la GS, cuando vimos los scooters con ruedas de tacos, nos imaginamos las carreteras y caminos que nos encontraríamos para movernos. Fuera de la carretera principal que cruza la isla de norte a sur, las pendientes brutales y caminos destrozados eran la forma de acceder a las playas más remotas, largas jornadas de snorkel en esta isla con mucho coral y vida marina.
La idea era pasar allí tres o cuatro días que al final se convirtieron en una semana, básico bungaló con ventilador y mosquitera es todo lo que necesitas, cuesta abandonar sitios así.
Ko Tao es una factoría de buceadores, decenas de centros de buceo ofrecen cursos a muy buen precio. En nuestro caso, ya tenemos los títulos y experiencia buceando, así que durante el viaje buceamos sólo en los sitios que están mejor, en el resto hacemos snorkel, ¡¡Qué es gratis!!
Ferry de vuelta a la península y el siguiente destino era Khaolak en el Mar de Andaman.
Hace tiempo habíamos contactado por Internet con Edu y Gema, pareja de españoles que trabajan como instructores y guías de buceo, les habíamos pedido consejo para bucear en Similan Islands. Nos aconsejaron y decidimos darnos el lujo de hacer un “vida a bordo” de dos días y una noche.
Habíamos leído que el buceo en Similan es de lo mejor de Tailandia, y así fue, hicimos seis espectaculares inmersiones; mantas, tortugas, napoleones, algún tiburón y mucha vida marina en unos arrecifes increíbles a 80 kilómetros de la costa.
El buceo estuvo muy bien, aunque tuvimos un pequeño susto, el primer día de buceo, dos horas después de bucear, a Pilar le empezó a picar el cuerpo, hinchársele las piernas y tenía dificultad para respirar. Hablamos con el capitán del barco y lo tenía claro, enfermedad de descompresión, lo primero darle oxígeno puro para reducir el exceso de nitrógeno en su cuerpo, si no mejoraba habría que poner rumbo a la cámara de descompresión de Khaolak que estaba a horas ya que estábamos mar adentro.
Por suerte quedó en un susto y después de hora y media de oxígeno mejoró bastante. El segundo día le tocó quedarse a bordo descansando sin bucear.
Pasamos por Phuket y, como nos imaginábamos, nos nos gustó nada, buscamos sitios más tranquilos; y es que en Tailandia puedes encontrar sitios muy tranquilos y otros destinos con un cantidad de turismo brutal.
Más al sur, en Krabi, organizamos la visita a la famosa isla de Ko Phi Phi, allí no hay carreteras así que dejamos la moto en una guesthouse. Allí nos encontramos con mucho mochilero con ganas de fiesta pero también sitios que merecen la pena, la excursión que hicimos a Phi Phi Le estuvo genial con un buen snorkel y visita a la famosa playa de la película “The Beach”.
Reencuentro con la moto, todo en orden, empaquetamos y dirección Ko Lanta, esta isla está muy cerca de la península y es bastante más grande, ferry cortito y ya en otra isla. Más buceo y lo mejor los tres días acampados en una playa muy tranquila, el dueño del chiringo era motero y nos dejaba utilizar baños y conectarnos a su wifi. Delicioso Pad Thai con marisco, la comida tailandesa es un lujo, relación calidad precio inmejorable.
Y todavía nos faltaba la maravillosa isla de Ko Lipe antes de pasar a Malasia, tampoco había carreteras, así que la moto se quedó en Pakbara. Un par de bañadores, un par de camisetas, gafas y aletas y fue más que suficiente para pasar unos días allí. En la parte de la isla con arrecife, nos habían dicho que había unos bungalós de un español, así conocimos a Robert que llevaba allí viviendo unos cuatro años.
Como no podía ser de otra manera, íbamos para tres o cuatro días y acabamos quedándonos una semana, el arrecife en frente de la playa era un puro espectáculo de vida marina, en cada extremo de la playa había una isla y el arrecife las unía con un cortado en la parte exterior. El tiempo pasaba tan rápido cuando estábamos en el agua que había veces que estábamos hasta dos horas en el agua.
El mismo día que volvimos a Pakbara a por la moto nos pusimos en ruta a la frontera, salir de Tailandia y entrar en Malasia fue tan rápido que hasta el pasaporte para entrar en Malasia nos lo sellaron sin bajar de la moto. Sello en el carné de Passage y otro nuevo país.
Enhorabuena!! desde GS life
Mas información en:
El 10 de Febrero entrábamos en Tailandia por segunda vez, lo hicimos por el paso fronterizo al norte de Camboya en vez de por el más transitado y directo.
Rodar otra vez por Tailandia, después de Camboya, era volver a disfrutar de la tranquilidad, orden, respeto en la conducción etc. Es una constante cuando viajas en moto, cuando estas en un país sin tantas comodidades las echas de menos y cuando llegas a un país más fácil para viajar echas de menos esos países más duros y aventureros.
En esta segunda ocasión el plan en Tailandia era dedicarle tiempo a visitar unas cuantas islas, bucear y hacer snorkel mientras la temporada de lluvias terminaba en Malasia e Indonesia, unas “mini vacaciones” dentro de la aventura.
Pasamos de nuevo por Bangkok, enorme ciudad donde moverse con la moto es complicado, por algunas calles de tres carriles las motos solo pueden circular por el carril izquierdo, tampoco podíamos circular por las vías rápidas. Uno de los días acabamos en la comisaria negándonos a pagar la multa. El policía que nos dio el alto en la calle era bastante borde y le dijimos que queríamos hablar con su superior, así que nos llevó a la comisaría. Cuando estábamos llegando, sorpresa, nos mete cien metros por dirección contraria, perfecto, ya teníamos la excusa perfecta para no pagar, exageramos diciendo que nos había obligado a poner en riesgo nuestras vidas circulando contra el tráfico, así que al final … no hubo multa. Ya en otra ocasión al llegar a la barrera de peaje, no nos dejaron pasar (las motos no pueden entrar, da igual la cilindrada) y no tienen ningún problema en mandarte de vuelta por donde has venido aunque tengas que circular por autopista en dirección contraria.
En Bangkok ya estuvimos una semana hace unos meses cuando recibimos la moto desde Nepal, la verdad es que la ciudad nos gusta, teníamos que hacer un par de cosas y al final terminamos quedándonos unos días allí.
El día que nos pusimos de nuevo en ruta rumbo sur no teníamos claro destino para ese día. Ruteamos por la costa y llegamos a la zona de Hua Hin. A las afueras, en una carretera por la costa paramos en un par de sitios a preguntar, se veía que era una buena zona, algo cara para viajeros y más enfocado a turistas.
La primera de la islas que visitamos fue Ko Tao, las más pequeña de las tres más conocidas del golfo de Tailandia, Ko Pangan es más para fiesta y Ko Samui la más grande y más turística.
Ko Tao tiene 8 kms. de largo y unos 3 o 4 km. de ancho. Había ferry para vehículos y allí nos fuimos con la GS, cuando vimos los scooters con ruedas de tacos, nos imaginamos las carreteras y caminos que nos encontraríamos para movernos. Fuera de la carretera principal que cruza la isla de norte a sur, las pendientes brutales y caminos destrozados eran la forma de acceder a las playas más remotas, largas jornadas de snorkel en esta isla con mucho coral y vida marina.
La idea era pasar allí tres o cuatro días que al final se convirtieron en una semana, básico bungaló con ventilador y mosquitera es todo lo que necesitas, cuesta abandonar sitios así.
Ko Tao es una factoría de buceadores, decenas de centros de buceo ofrecen cursos a muy buen precio. En nuestro caso, ya tenemos los títulos y experiencia buceando, así que durante el viaje buceamos sólo en los sitios que están mejor, en el resto hacemos snorkel, ¡¡Qué es gratis!!
Ferry de vuelta a la península y el siguiente destino era Khaolak en el Mar de Andaman.
Hace tiempo habíamos contactado por Internet con Edu y Gema, pareja de españoles que trabajan como instructores y guías de buceo, les habíamos pedido consejo para bucear en Similan Islands. Nos aconsejaron y decidimos darnos el lujo de hacer un “vida a bordo” de dos días y una noche.
Habíamos leído que el buceo en Similan es de lo mejor de Tailandia, y así fue, hicimos seis espectaculares inmersiones; mantas, tortugas, napoleones, algún tiburón y mucha vida marina en unos arrecifes increíbles a 80 kilómetros de la costa.
El buceo estuvo muy bien, aunque tuvimos un pequeño susto, el primer día de buceo, dos horas después de bucear, a Pilar le empezó a picar el cuerpo, hinchársele las piernas y tenía dificultad para respirar. Hablamos con el capitán del barco y lo tenía claro, enfermedad de descompresión, lo primero darle oxígeno puro para reducir el exceso de nitrógeno en su cuerpo, si no mejoraba habría que poner rumbo a la cámara de descompresión de Khaolak que estaba a horas ya que estábamos mar adentro.
Por suerte quedó en un susto y después de hora y media de oxígeno mejoró bastante. El segundo día le tocó quedarse a bordo descansando sin bucear.
Pasamos por Phuket y, como nos imaginábamos, nos nos gustó nada, buscamos sitios más tranquilos; y es que en Tailandia puedes encontrar sitios muy tranquilos y otros destinos con un cantidad de turismo brutal.
Más al sur, en Krabi, organizamos la visita a la famosa isla de Ko Phi Phi, allí no hay carreteras así que dejamos la moto en una guesthouse. Allí nos encontramos con mucho mochilero con ganas de fiesta pero también sitios que merecen la pena, la excursión que hicimos a Phi Phi Le estuvo genial con un buen snorkel y visita a la famosa playa de la película “The Beach”.
Reencuentro con la moto, todo en orden, empaquetamos y dirección Ko Lanta, esta isla está muy cerca de la península y es bastante más grande, ferry cortito y ya en otra isla. Más buceo y lo mejor los tres días acampados en una playa muy tranquila, el dueño del chiringo era motero y nos dejaba utilizar baños y conectarnos a su wifi. Delicioso Pad Thai con marisco, la comida tailandesa es un lujo, relación calidad precio inmejorable.
Y todavía nos faltaba la maravillosa isla de Ko Lipe antes de pasar a Malasia, tampoco había carreteras, así que la moto se quedó en Pakbara. Un par de bañadores, un par de camisetas, gafas y aletas y fue más que suficiente para pasar unos días allí. En la parte de la isla con arrecife, nos habían dicho que había unos bungalós de un español, así conocimos a Robert que llevaba allí viviendo unos cuatro años.
Como no podía ser de otra manera, íbamos para tres o cuatro días y acabamos quedándonos una semana, el arrecife en frente de la playa era un puro espectáculo de vida marina, en cada extremo de la playa había una isla y el arrecife las unía con un cortado en la parte exterior. El tiempo pasaba tan rápido cuando estábamos en el agua que había veces que estábamos hasta dos horas en el agua.
El mismo día que volvimos a Pakbara a por la moto nos pusimos en ruta a la frontera, salir de Tailandia y entrar en Malasia fue tan rápido que hasta el pasaporte para entrar en Malasia nos lo sellaron sin bajar de la moto. Sello en el carné de Passage y otro nuevo país.
Enhorabuena!! desde GS life
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