Asia "Turkmenistán y Uzbekistán"
Publicado: 11 Sep 2014 17:37
Por José Mª García y Pilar Moreno
Ahora si, cruzamos la frontera para despedirnos de Irán. Nos recibe en un puente metálico, una bandera y unos cuantos soldados, Turkmenistán, que fue una de la repúblicas constituyentes de la una Unión Soviética, la República Socialista Soviética de Turkmenistán hasta el año 1991.
En compañía de Fern Hume, la motera inglesa con la que también haremos la ruta en China, nos dirigimos a presentar nuestros visados y pasaportes. En el primer control de la frontera Ferm detecta que ha perdido un sobre con 800 dólares y que justo ha sido en el momento de sacar el pasaporte de su bolsillo. Buscamos alrededor, extrañados porque tendríamos que haber visto como se le caía. Insistió varias veces al policía de la frontera, que tal vez alguien podría haber cogido el dinero y le exigía que llamara a otros policías para interponer una denuncia. Un camionero se percató de lo ocurrido y nos señaló el casco de Fern junto a la moto, donde asomaba un sobre. ¡Lo había dejado ahí ella misma! El policía se sintió tan ofendido que nos invitó a marcharnos de la frontera ¡pero por donde habíamos venido! José y yo nos quedamos de hielo ¿ahora qué hacemos? Nosotros no habíamos dicho nada pero nos querían deportar a Irán. Tuvimos que pedirle disculpas por lo ocurrido y suplicarle que nos dejara entrar.
Tras cuatro horas de trámites en la frontera y 65 Dólares de tasas nos pusimos en ruta. Ese mismo día no pudimos hacer mas de 200 kms. Las carreteras construidas básicamente de tierra y piedras, camiones circulando lentamente y coches a gran velocidad con adelantamientos suicidas nos obligaron a montar el campamento al atardecer en un bar junto a la carretera.
Atravesamos el desierto de Kara-Kum, que realmente fue lo más interesante del país, ver los camellos cruzando la carretera, a pesar de los 45 grados que tuvimos durante todo el día. Conseguimos llegar a Turkmenabat, una ciudad donde no les agradaba mucho ver a turistas. Fuimos a los 3 hoteles que hay en la ciudad y todos coincidían en el precio: 60 dólares la noche, sin posibilidad alguna de negociar el precio. Como estábamos muy cansados accedimos a pagar tal cantidad por una cama y una ducha.
Fue un placer conocer en el hotel a Bryan, un auténtico motero Australiano haciendo la ruta Nepal-Londres. Pudimos intercambiar información durante la cena y desayuno. Esperamos reunirnos con el de nuevo en Australia.
Tras 3 días y 2 noches nos despedimos del “nada económico” Turkmenistán, por el que también tuvimos que pagar 24 dólares por abandonar el país.
Entramos en Uzbekistán, primera parada Bukhara, una ciudad de gente muy amable, por donde transcurría la Ruta de la Seda, en Asia Central. Precioso lugar lleno de minaretes, madrasas, imponentes mezquitas al estilo persa. Nos sorprendió la cantidad de turistas Españoles que encontramos.
La última noche que pasamos en Bukhara aprovechamos para comprar en el supermercado pasta y tomate para cocinar en el hotel. La salsa debía estar en mal estado y por la mañana nos despertamos con dolor de estomago, diarrea… José incluso con 38 grados de fiebre. Nos costó unos días recuperarnos.
Samarcanda fue el siguiente destino.Una de las ciudades más antiguas del mundo aún habitada. Nos alojamos en el guest house Bahudir, al lado de la famosa plaza del Registán.
Hicimos moto-turismo por la ciudad durante 2 días planeando nuestro siguiente destino Tajikistán.
Enhorabuena!! desde GS life
Mas información en:
Ahora si, cruzamos la frontera para despedirnos de Irán. Nos recibe en un puente metálico, una bandera y unos cuantos soldados, Turkmenistán, que fue una de la repúblicas constituyentes de la una Unión Soviética, la República Socialista Soviética de Turkmenistán hasta el año 1991.
En compañía de Fern Hume, la motera inglesa con la que también haremos la ruta en China, nos dirigimos a presentar nuestros visados y pasaportes. En el primer control de la frontera Ferm detecta que ha perdido un sobre con 800 dólares y que justo ha sido en el momento de sacar el pasaporte de su bolsillo. Buscamos alrededor, extrañados porque tendríamos que haber visto como se le caía. Insistió varias veces al policía de la frontera, que tal vez alguien podría haber cogido el dinero y le exigía que llamara a otros policías para interponer una denuncia. Un camionero se percató de lo ocurrido y nos señaló el casco de Fern junto a la moto, donde asomaba un sobre. ¡Lo había dejado ahí ella misma! El policía se sintió tan ofendido que nos invitó a marcharnos de la frontera ¡pero por donde habíamos venido! José y yo nos quedamos de hielo ¿ahora qué hacemos? Nosotros no habíamos dicho nada pero nos querían deportar a Irán. Tuvimos que pedirle disculpas por lo ocurrido y suplicarle que nos dejara entrar.
Tras cuatro horas de trámites en la frontera y 65 Dólares de tasas nos pusimos en ruta. Ese mismo día no pudimos hacer mas de 200 kms. Las carreteras construidas básicamente de tierra y piedras, camiones circulando lentamente y coches a gran velocidad con adelantamientos suicidas nos obligaron a montar el campamento al atardecer en un bar junto a la carretera.
Atravesamos el desierto de Kara-Kum, que realmente fue lo más interesante del país, ver los camellos cruzando la carretera, a pesar de los 45 grados que tuvimos durante todo el día. Conseguimos llegar a Turkmenabat, una ciudad donde no les agradaba mucho ver a turistas. Fuimos a los 3 hoteles que hay en la ciudad y todos coincidían en el precio: 60 dólares la noche, sin posibilidad alguna de negociar el precio. Como estábamos muy cansados accedimos a pagar tal cantidad por una cama y una ducha.
Fue un placer conocer en el hotel a Bryan, un auténtico motero Australiano haciendo la ruta Nepal-Londres. Pudimos intercambiar información durante la cena y desayuno. Esperamos reunirnos con el de nuevo en Australia.
Tras 3 días y 2 noches nos despedimos del “nada económico” Turkmenistán, por el que también tuvimos que pagar 24 dólares por abandonar el país.
Entramos en Uzbekistán, primera parada Bukhara, una ciudad de gente muy amable, por donde transcurría la Ruta de la Seda, en Asia Central. Precioso lugar lleno de minaretes, madrasas, imponentes mezquitas al estilo persa. Nos sorprendió la cantidad de turistas Españoles que encontramos.
La última noche que pasamos en Bukhara aprovechamos para comprar en el supermercado pasta y tomate para cocinar en el hotel. La salsa debía estar en mal estado y por la mañana nos despertamos con dolor de estomago, diarrea… José incluso con 38 grados de fiebre. Nos costó unos días recuperarnos.
Samarcanda fue el siguiente destino.Una de las ciudades más antiguas del mundo aún habitada. Nos alojamos en el guest house Bahudir, al lado de la famosa plaza del Registán.
Hicimos moto-turismo por la ciudad durante 2 días planeando nuestro siguiente destino Tajikistán.
Enhorabuena!! desde GS life
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